Las Guerrilla girls y su lucha por la igualdad en el campo del arte
- Hada Macià Gutiérrez
- 5 may 2019
- 3 Min. de lectura
“Entender el arte como algo neutro es una auténtica falacia”, afirma la historiadora y crítica de arte Elina Norandi. Sobre esta cuestión se centró una de sus conferencias de Heroínas de la historia, organizada por las Bibliotecas de Barcelona y bautizada con el título Las Guerrilla girls, la revuelta artística. De este grupo de artistas, nos habló la conferenciante en la biblioteca de la Sagrada Familia. El objetivo era muy claro: concienciar a los ciudadanos sobre la existencia de grandes luchadoras a favor de los derechos de la mujer artista.

Este grupo anónimo de artistas feministas nació en Nueva York el 1985 y sigue activo desde entonces. Su creación fue consecuencia de la necesidad de luchar en contra de la represión que sufrían las mujeres en el arte. Según cuenta Norandi, se dieron cuenta de esta situación durante una exposición del MoMa en Nueva York. De 149 artistas expuestos, solo 13 eran mujeres, todas blancas y europeas. La diferencia era clara e injusta.
Para llevar a cabo esta revolución artística usan la técnica del cartelismo. “Escogieron el cartel porque lo consideraban mucho más democrático que la pintura. El cartel podía invadir la ciudad y les parecía un proceso democrático capaz de llegar a muchas más personas”, explicaba Norandi.
Su creación fue consecuencia de la necesidad de luchar en contra de la represión que sufrían las mujeres en el arte
Las estrategias que utilizan en sus carteles son siempre las mismas. Responsabilizan a los críticos por no comentar obras de mujeres y usan estadísticas para constatar datos y parecer más creíbles. También se hacen preguntas retóricas que luego responden con ironía e implican y responsabilizan a coleccionistas y galerías por la situación de la mujer artista. “Hacen uso de la ironía y el lenguaje humorístico para hacernos reaccionar delante de estas injusticias”, asegura la conferenciante.
Artistas sin nombre
Hasta día de hoy, las 'Guerrilla girls' han actuado de manera anónima. Siempre que han hablado en público se han caracterizado por llevar máscaras de gorila. Esto es así debido a que una de ellas confundió las palabras guerrilla y gorila, muy parecidas en el inglés americano, y a partir de ese momento fue el animal que pasó a identificarlas. Cuando toman la palabra usan pseudónimos de mujeres artistas del pasado ya fallecidas. Eso les ayuda a recordar a esas mujeres y mantener su anonimato.

La conferenciante asegura que estas guerrilleras no hacen pública su identidad por una cuestión de supervivencia. El desconocimiento de sus nombres ha sido necesario para prolongar sus años de vida, que ya son más de treinta. Si los críticos y museos descubrieran quienes son, su carrera artística terminaría. Su enmascaramiento les permite seguir haciendo bien su trabajo sin que nadie pueda censurar sus obras o forzarlas a que no las produzcan.
“No sabemos, si son las mismas u otras o si van añadiéndose al grupo. No sabemos nada”
En los años 90 la gente seguía insistiendo al grupo para que revelara los nombres de sus integrantes. Como respuesta, estas elaboraron un cartel con el titular “Guerrilla girls identities exposed”, donde aparecían una gran cantidad de nombres de mujeres del ámbito artístico de Nueva York a favor de la causa. De este modo la organización dejaba claro que no tenía ningún interés en dar a conocer los nombres de sus integrantes. “No sabemos, si son las mismas u otras o si van añadiéndose al grupo. No sabemos nada”, remarca Elina Norandi.
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